Cuando los caballos se cansaron se pararon en un mundo místico,
¡era el paraíso!
Había muchísimas cosas: leones, jirafas, aves, monos… vieron
un zorrito y lo persiguieron y se perdieron en una cueva misteriosa muy oscura.
Allí había una zorra tumbada en una esquina de la cueva. Don Quijote se dio
cuenta que la zorrita estaba con el zorro que se habían cruzado antes.
Sancho pensó que estaba embarazada y Don Quijote pensaba que
estaba gorda porque comía mucho.
A Don Quijote se le
ocurrió una idea. Sancho le preguntó y le contó que le gustaría vivir en aquel
lugar tan maravilloso… podría ser su nuevo hogar, y así, dejarían de vagar por
el mundo. Así podrían observar el parto de la zorrita.
A Sancho le pareció muy buena idea. Se hizo de noche y se
fueron a dormir. Se taparon con una hoja y por la noche la zorra se acurrucó
con Don Quijote.
Al día siguiente la zorra se puso de parto y Don Quijote decidió
hacer una lista de los cachorros de la madre. Tuvo 2 zorritas y 2 zorritos.
Pasó mucho tiempo y la zorra volvió a tener cachorros.
Anotaron en la lista los datos necesarios: los 2 chicos tenían los ojos azules como el padre, y las chicas
colores más oscuros y la piel clara ¡ ERAN ENCANTADORES!
CONTINUARÁ...
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