miércoles, 24 de enero de 2018

Capítulo 2: Mónica y María Isabel: Don Quijote y la búsqueda de la princesa



-Hola me llamo Manny y soy el conductor de este pedazo de avión.
-Y yo soy Alejandro el duende. Esta es mi hermana Cristina,  también conocida como Piruleta, el rey nos ha mandado ir con vosotros a rescatar a la princesa, puesto que somos los hijos del rey de los duendes.
- Hola yo soy Don Quijote y este es mi amiguito  SANCHO.
-Hola a los dos, vamos tenemos que hacer un viaje largo.- Dijo Manny.
Empezaron a volar


-     ¿Cuánto tardamos? Dijo Quijote después de unas horas.
-     Un día y medio. Dijeron Alejandro y Cristina a la vez
- ¡Chispa personal! Dijo Cristina.
- ¿Cómo? Dijo Quijote.
-Es un juego, se trata de que cuando dos personas dicen una palabra a la vez uno dice chispa o chispa personal y no puede hablar hasta que diga su nombre tres veces.
- Ahhhhhhhh. Dijo Quijote.
- Una pregunta del viaje ¿Todo el viaje vamos a hacerlo en un avión?. Dijo Sancho.
-No, sobre las 8:30 llegaremos a un sitio donde habrá una caravana esperando. Luego, por la mañana Quijote, mi hermano, tú y yo iremos en unos elefantes que el rey encargó. –Dijo Piruleta.
Eran las ocho en punto, Quijote estaba sopa y se le caía la baba.
-     Hemos pillado un atasco volador. Dijo Manny aterrorizado.
-     ¡Qué pasa! ¿Qué es un atasco volador?. Dijo Sancho Panza asustado.
-     Un atasco volador es cuando muchos aviones se atascan en el cielo, pueden llegar a durar semanas. Dijo Piruleta
-     Pero necesitamos llegar hoy a las 8:30 a la caravana y solo faltan 30 minutos llama al rey a ver si nos puede mandar las águilas de fuego. Dijo Manny
Mientras Cristina llamaba al rey, Manny le describía a Quijote y a Sancho como eran las águilas de fuego.
-Son muy rápidas, son carroñeras y cuando no corren comen son muy glotonas. Duermen en cuevas.
-Las águilas ya están de camino. Dijo Piruleta.
Llegaron las águilas y montaron en ellas, Sancho con unas cuantas dudas. Se montaron en la caravana  y se fueron a dormir para que al día siguiente fueran rumbo al País Mágico.
 CONTINUARÁ...

Capítulo 2: Emma y Daniel: Don Quijote y los piratas



Un día Don Quijote estaba merendando con su amigo Sancho Panza y sin esperarlo, su caballo Rocinante salió galopando sin control.
Don Quijote  gritaba  ¡mi caballo, Rocinante!
Sancho Panza intentaba tranquilizar a Don Quijote pero él seguía muy preocupado por su caballo Rocinante. Aquel caballo era el animal más impresionante del mundo. Su pelaje blanco como la nieve y sus ojos marrones como el tronco de un árbol, era el más especial del mundo. Este caballo tan elegante solo come hierba y vegetales por eso es tan flaco como la cola de un gato. 


Al día siguiente Rocinante seguía sin aparecer. Don Quijote estaba de los nervios porque su caballo elegante estaba perdido en algún lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, o ¿era en Sanabria? ¡Qué despiste!
Al cabo de un rato Don Quijote vio un caballo a lo lejos, pero no era Rocinante. Su caballo estaba al lado del árbol donde dormía Sancho Panza. Aquel  caballo estaba ahí porque Sancho tenía una manzana en la mano.


Y está es una de las aventuras más complicadas a las que nuestro amigo Don Quijote y su escudero Sancho tuvieron que enfrentarse. 

CONTINUARÁ...

COMIENZAN LAS VOTACIONES

Hola a todos. Después de todo el año de duro trabajo, por fin ha llegado el momento tan esperado para todos.  A continuación, os dejo la...